CARLES RULL
- Johnny Depp volverá a los cines como el villano Gellert Grindelwald en la secuela de ‘Animales fantásticos’.
- El actor ha estado en el punto de mira desde las acusaciones de maltrato de su ex, Amber Heard, y sus excesos.
Su más reciente interpretación como protagonista fue como capitán Jack Sparrow en Piratas del Caribe: La venganza de Salazar (2017), la próxima será en un rol secundario, pero relevante y como villano de lujo, en Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald, que se estrena el 16 de noviembre.
A Johnny Depp siempre le había acompañado su fama de excéntrico y bastante alocado, también de impuntual y demasiado aficionado a empinar el codo. La suerte le sonreía y sus trabajos a las órdenes de Tim Burton le concedieron el estatus de actor de culto, aunque sin duda su caracterización de Jack Sparrow es la más popular de todas las que ha hecho.
En 2009 la revista People lo encumbró como el hombre más sexy del planeta. «Era sexy hace diez años y lo será dentro de diez. Conecta con múltiples generaciones de mujeres y con muchos tipos de mujeres», argumentó entonces Kate Coyne, la editora principal de People. «Lo tiene todo. Cae bien a los hombres, tiene ese aspecto de chico malo, y además es un artista y un actor respetado».
Depp poseía un enorme poder de convocatoria fuera con la saga Piratas del Caribe, como gánster en Enemigos públicos (2009) o el sombrerero loco de Alicia en el país de las maravillas (2010); y salía airoso de pinchazos del calibre de El turista (2010), Mortdecai (2014) o Transcendence (2015). Pero, tarde o temprano, Hollywood acaba pasando factura por los excesos si te pilla en horas bajas.
No hace tanto, en 2015 y 2016, encabezaba la lista anual que elabora la revista Forbes como el actor mejor pagado del mundo. El pasado año no figuraba ni entre los 20 más rentables. La mecha se encendió con las acusaciones de maltrato por parte de su expareja, Amber Heard, en mayo de 2016. El matrimonio había durado 15 meses. La polémica se zanjó con un divorcio y un acuerdo judicial de siete millones de dólares, los que pagó el actor a Amber y que esta donó a organizaciones benéficas.
El mejor pagado aún en 2016, pero en ese mismo año negro para Johnny Depp, también figuraba como el menos rentable. Solo generaba 2,8 dólares por cada dólar que los estudios invertían en él. A ello se le sumó la espiral de pequeños escándalos y noticias negativas. Las deudas le acuciaban y se le atribuyó que sufría un «desorden compulsivo del gasto». Igual se compraba una isla, por tres millones de euros en las Bahamas como era capaz de gastarse otros casi tres millones en un cañón para disparar las cenizas de un amigo o 300.000 euros mensuales en vino.
Es mi dinero. Si quiero comprarme 15.000 bolitas de algodón al día, es mi problema» respondía el actor. Además está su adicción al alcohol. En la premiere en Londres de Asesinato en el Orient Express, en noviembre de 2017, mantuvo la compostura pero se pudo comprobar como su guardia personal de seguridad debió sujetarlo en más de una ocasión. En junio pasado, unas fotos tomadas durante su gira en Rusia con su banda de rock, The Hollywood Vampires, preocuparon a los fans. Su aspecto era delgado y muy desmejorado.
El historial de Depp se remontaba a sus juergas, caprichos, pequeños incidentes y noches locas hasta mediados de los 90, junto con sus parejas entonces, Winona Ryder o Kate Moss. Fue Vanessa Paradis, una relación que duró casi 14 años, desde 1998 hasta 2012, la única etapa de estabilidad del actor.
Ahora Depp parece haber dejado de ser tan divertido para convertirse en carnaza de toda clase de comentarios, y en sus declaraciones arremete no solo contra la misma Disney de Piratas del Caribe sino contra los que llama «poderosos difamadores de Hollywood».
Hace menos de un mes no se cortaba, en unas declaraciones para la revista GQ en el Reino Unido: «Había mucho dinero en juego a mi alrededor. La gente me demandaba cada vez que veían la oportunidad. Es todo muy obvio. Sé que nunca voy a ser Cenicienta, lo sé y lo acepto. Pero en un tiempo muy corto de tiempo, de ser Cenicienta me he convertido en la bestia».
No volverá a ser Jack Sparrow
Johnny Depp nunca fue la Cenicienta que esperaba Disney. Él mismo ha aireado las malas relaciones que ha mantenido con los estudios durante los rodajes de las películas de la saga más famosa que ha protagonizado. También se cuenta que la más reciente, La venganza de Salazar, la rodó con desgana.
Pero Disney no está dispuesta a dejar escapar una franquicia muy rentable que dura ya 15 años, desde el estreno de La maldición de la perla negra. Cinco películas hasta el momento que han generado en taquilla, solo en cines, más de 4.500 millones de dólares —más de 3.900 millones en euros—. Por ello ya está pensando en relanzar la saga, aunque sin el actor que hizo célebre a Jack Sparrow.
Uno de los guionistas, Stuart Bettie, aseguró a finales de mayo que Depp no estaría en las siguientes entregas sean precuelas, secuelas, spin-off o reinicios. «Creo que ha tenido una gran carrera. Obviamente ha hecho el personaje suyo y es el personaje por el que es más famoso. Los niños de todo el mundo lo adoran, así que creo que eso ha sido genial para él y genial para nosotros«, declaraba Bettie en el Daily Mail.
Sí que le podremos ver de nuevo como Gellert Grindelwald, el villano más poderoso de la saga Harry Potter después de Lord Voldemort. Un personaje con heterocromía del iris (un ojo de cada color), en la nueva entrega de las precuelas de Animales fantásticos, y además ya ha finalizado dos películas más.
Una es City of Lies en torno a los asesinatos de los raperos Tupac Shakur y de The Notorious B.I.G., a mediados de los 90, y en la que encarna a un detective de la policía de Los Angeles. También terminada está Richard Says Goddbye en la que será un profesor universitario que, después de diagnosticarle una enfermedad terminal, decide pasar sus últimos días en el desenfreno fumando bebiendo y pasando de amante en amante.
(Imágenes texto, de arriba a abajo: Amber Heard y Johnny Depp ®GTRES, Johnny Depp como Jack Sparrow ®Disney y caracterizado como Gellert Grindewald en la Comic-Con ®GTRES)