«Las cuestiones planteadas, en particular la de la raza, son preocupantes. Aunque algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y serán tratadas por la familia en privado», afirmó un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham en nombre de la monarca.
El COVID-19 afecta de forma desproporcionada a la población de origen africano, que históricamente tiene poca representación en los medios de prensa y la política, y dice que el racismo y la discriminación son moneda corriente en Gran Bretaña, que a menudo se niega a aceptar esa realidad.